martes, 12 de abril de 2011

Slash y Lemmy: Dios y apóstol, juntos


Con un poco de imaginación, era posible sentirse en algún lugar de Hollywood Blvd. o Sunset Strip, como el Rainbow o el Troubadour. Pero no, Buenos Aires no es California ni el Teatro es el Whisky a Go-Go, aunque justamente en esa falsa semejanza esté el mérito. Buenos Aires fue testigo privilegiado de una de esas reuniones que sólo eran posibles de ver por YouTube, porque solamente suceden en el primer mundo. "Voy a invitar a un amigo al escenario", dijo Slash. Y aunque el rumor venía circulando desde hacía varios días, recién cuando Lemmy Kilmister -Dios y leyenda sobreviviente del rock que hoy se presenta otra vez en el Luna con Motörhead- plantó sus dos metros de puro macho rockero enfundado en chupines, botas texanas y sombrero de cowboy, todos se dieron cuenta que eso estaba sucediendo de verdad. Y aunque el encuentro se extendió por escasos 3 minutos (lo que dura "Dr. Alibi"), fueron suficientes para que el termómetro disparara la temperatura de esa olla a presión que fue el Teatro Colegiales.

El resto fue más de lo mismo, pero mejor que la noche anterior. La intimidad del lugar, sumados a una banda que lleva el rock n' fuckin' roll en la sangre, lograron que el lunes deje de ser un día horrible, al menos para las 1500 personas que estuvieron ahí. Dios y uno de sus apóstoles lo hicieron.

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