Son una de las bandas del metal canario más en forma. La edición de su ambicioso y flamante segundo trabajo discográfico "Condenados al paraíso" en este 2011 así lo demuestra. Es por ello que desde Metalcry.com no quisimos dejar pasar la oportunidad de entrevistar a ESCLAVITUD para que ellos mismos os contaran todos los detalles tanto de este trabajo como del futuro de la banda tras él. El resultado lo tenéis a continuación:
"El estilo de Esclavitud es, ¿Heavy Metal?; ¿Thrash Metal?... Simplemente es Metal."
Han pasado cinco años desde que editaseis vuestro primer largo hasta este “Condenados al Paraíso” ¿Qué ha sido de ESCLAVITUD en estos años? ¿Por qué este largo tiempo hasta tener una segunda obra editada?
Mauro: Hay varias cuestiones por las cuales hemos tardados cinco años. Principalmente, después de editar “Involución” en 2007 (aunque se grabara en 2006), nos dedicamos a presentar ese trabajo allá donde pudimos, y no fue hasta 2009 cuando comenzamos a componer temas nuevos para un futuro disco. Otra cuestión es que económicamente Esclavitud no se puede permitir grabar un disco cada año, o cada dos años, con la garantía y la calidad suficientes, por lo que tuvimos que esperar a tener el dinero para hacerlo en las mejores condiciones. Queríamos trabajar en un estudio adecuado y con las máximas garantías, y después de tantear muchos de ellos, no fue hasta finales de ese año cuando contactamos con Andi Deris. Así nos ponemos en 2010, donde en dos sesiones de grabación dimos vida a “Condenados al Paraíso”, el cual se edita en 2011.
En el disco se puede encontrar un sonido netamente Heavy pero que a la par se mueve entre lo clásico y lo moderno sin realmente llegar a encasillarse en ninguna de ambas corrientes. ¿Era algo premeditado abarcar diversos terrenos? ¿Con qué estilo os sentís más identificados?
Mauro: Para nada es algo premeditado, simplemente es el sonido y el estilo de la banda. Cuando comenzamos a trabajar con Andi, él mismo y nosotros tuvimos muy claro que “Condenados al Paraíso” tendría que sonar a Esclavitud. Cada tema se desarrolla en el local de ensayo de forma natural, sin buscar parecernos a ningún grupo, estilo determinado o que guste o no al público. Es nuestra forma de trabajar que ha quedado perfectamente plasmada en el nuevo trabajo. El estilo de Esclavitud es, ¿Heavy Metal?; ¿Thrash Metal?... Simplemente es Metal.
Uno de los aspectos más destacables del trabajo es la temática de las letras, críticas pero sin caer en lo obvio o lo demagogo. ¿Consideráis que es necesario recuperar la realidad en los textos frente a tanta fantasía y leyenda que ha sido moneda común en los últimos años?
Adrián: Personalmente no pienso que haya que recuperar nada, simplemente cada cual debe escribir sobre aquello que le inspira, conmueve o le apetece. Yo suelo estar más inspirado por temas sociales o personales y es lo que me sale con mayor facilidad, pero en la música y el arte en general es necesaria la diversidad, así que no creo que sea cuestión de alentar o promover la temática realista frente a la fantástica, simplemente que cada cual se exprese como desee.
Otra de las cuestiones interesantes que se pueden encontrar en “Condenados al Paraíso’’ es el cuidado que muestran los estribillos, capaces de quedarse en la memoria con tan solo un par de escuchas. ¿Les dais especial importancia o son tratados como un elemento más de la canción? ¿Hasta qué punto un estribillo puede inclinar la balanza en el oyente para decir ‘me gusta este tema’?
Adrián: Sin duda el estribillo ha sido siempre la parte principal de cualquier canción, es lo que por norma general se queda grabado en la mente del oyente con mayor facilidad y sin duda es un factor clave para que un tema enganche, sin embargo no siempre tiene porqué ser la parte más atractiva de una canción. Normalmente, en lo que a Esclavitud respecta, requieren el mismo esfuerzo y tienen tanta elaboración como el resto del tema, simplemente es la parte que más veces se repite y la que suele ser más melódica, y eso siempre influye.
"...en la música y el arte en general es necesaria la diversidad, (...) que cada cual se exprese como desee."
Los cortes que integran el disco son extensos en su mayoría. ¿Es más sencillo componer sin la traba de los 4 minutos o surgen de un modo natural composiciones tan largas?
Alex: Tal y como comentamos anteriormente, los temas se desarrollan en el local de ensayo de una manera natural, sin obsesionarnos con la duración de los mismos. Las distintas ideas que podemos tener en el momento de componer se aúnan y trabajan espontáneamente, hasta que damos con la composición definitiva. Luego los trabajamos hasta que quedan al 100% terminados.
Es inevitable hablar del productor y el ingeniero del álbum, Andi Deris y Charlie Bauerfeind respectivamente. ¿De dónde nace la conexión con ambos? ¿Qué tal resultó la experiencia en el estudio de Deris? ¿Marca de un modo palpable el devenir del resultado final?
Ramón: La verdad es que con Andi conectamos a través de correo electrónico, sin ninguna convicción o esperanza de que nos contestara, pero lo hizo. Nos citó en su casa, hablamos del proyecto y nos pusimos a trabajar. Nos confesó que conocía a la banda desde hace tiempo y que le apetecía muchísimo trabajar con nosotros. Charlie nos fue ofrecido por el mismo Andi, ya que es el productor de Helloween, y cabía la posibilidad de que nos masterizara el disco, así que no lo dudamos. Era una oportunidad única que se nos ofrecía y no la podíamos dejar pasar.
La experiencia fue increíble y muy, muy positiva. Andi es un excelente productor que supo captar, absorber y plasmar las ideas y el estilo del grupo, además de ser músico enorme, lo cual te facilita más las cosas porque sabe entender en cada momento lo que queríamos expresar, tanto de forma general como cada uno de nosotros individualmente. Además, tenemos que sumar lo cómodos que nos resultó trabajar con él, sin presiones por tener que cumplir plazos en el tiempo, por el buen ambiente que se generó en todo momento, por estar grabando en un estudio altamente profesional y al lado de casa… Todo lo tuvimos de cara.
El resultado final es el resultado que quiso Esclavitud, ya que como decimos Andi supo entender el sonido y estilo del grupo desde el primer instante. Ninguna de las partes queríamos que “Condenados al Paraíso” sonara ni a Helloween ni a Deris en solitario, simplemente a Esclavitud.
Canarias está apareciendo cada vez más en el panorama nacional gracias a bandas como vosotros o Hybris. Describidnos a aquellos que vivimos a cientos de kilómetros de las islas cómo está el panorama del Metal por allí.
Mauro: Pues está muy mal. Desgraciadamente no existe un circuito estable de salas que nos permita desarrollarnos en directo, y eso es una cosa esencial para cualquier banda. Los pocos garitos que tienen música en vivo no reúnen las condiciones deseables. Si a eso le sumamos la insularidad, pues más problemas aún. Si a los grupos de península les cuesta salir adelante, a los de Canarias nos cuesta cien veces más, o lo que es lo mismo, es más caro.
Afortunadamente, gracias al Gobierno de Canarias, gozamos de una subvención que nos permite desplazarnos a cualquier parte del mundo a actuar, lo que nos permite darnos a conocer cada vez más fuera de nuestra tierra. En nuestro caso, tenemos más bolos en península que en Canarias, aunque hay que trabajarlo mucho porque nadie regala nada.
