El bueno de Paul se dedicó a cobrar ayudas alegando una incapacidad física (ciática), mientras se dedicaba a dar conciertos como si tal cosa. La envidia de mucha gente, vamos.
Un juez del condado de Salisbury Crown ha señalado en su sentencia:
“Ser un personaje público no es relevante. Su avaricia le ha costado a este país mucho dinero. Los cobros son durante mucho tiempo y por un gran importe. Debe ser una sentencia privativa de libertad. En 2002 empezó a cobrar las prestaciones cuando era bastante claro que ya estaba trabajando. Llevó muchos años dar con su pista, en 2007 tocó en 69 lugares, en 2008 en 67. No acepto que sólo tenga que pagar dinero. Le doy crédito por declararse culpable y reduciré la sentencia de los 12 meses tipificados a 9 meses.”
Se espera que cumpla al menos 4 meses y medio entre rejas, y el resto en libertad condicional.
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