viernes, 11 de marzo de 2011
BENEDICTUM – DOMINION
Los americanos BENEDICTUM han vuelto a la carga después de tres años de silencio. Su nuevo trabajo Dominion ha supuesto una pequeña decepción, ya que se esperaba bastante más de ellos.
Su estreno con Frontiers Records nos muestra un grupo que parece no saber qué rumbo seguir en el que se supone sería su asalto definitivo al mercado europeo.
El disco comienza de forma contundente, como es habitual en ellos, pero con el paso de los minutos se va volviendo bastante denso y tedioso, sin ninguna sorpresa reseñable. A esto le podríamos añadir la inclusión de ciertos pasajes sintetizados de teclado que están fuera de lugar.
La banda se sigue sustentando en la prodigiosa voz de Verónica Freeman, que está descomunal durante todo el trabajo. Es realmente quien consigue salvar los trastos.
La guitarra sigue en manos de Pete Wells y la banda la completan los nuevos miembros: Chris Shrum al bajo, Tony Diaz a los teclados y Mikey Pannone a la batería.
Un dato a destacar es que la composición corre totalmente a cargo de Pete en la parte instrumental y de Verónica en letras y líneas vocales. Por supuesto, vuelven a contar con colaboradores de lujo como Craig Goldy, Rudy Sarzo o Jeff Pilson.
El peculiar inicio de “Dominion” y su posterior desarrollo nos muestra ese intento de modernizar el sonido con el teclado sintetizado, que sinceramente consigue sacarme de quicio, a pesar del impresionante trabajo de Verónica Freeman.
“At the gates” suena más a los discos anteriores de los americanos, con cierto aire a JUDAS PRIEST. “The seer”, de nuevo con teclados sintetizados, ahora más llevaderos, nos introduce en una atmósfera más densa y recargada en la que Verónica se muestra realmente cómoda.
Intro de bajo para “Grind it”, puro Heavy Metal que te vuelve a traer a la cabeza a los JUDAS PRIEST época “Ripper”. De las más destacables del disco.
“Prodigal son” nos muestra uno de los mejores solos de Pete Wells, en una canción que vuelve a llevarnos a ese ritmo más denso, roto con algún puntual cambio de ritmo. La tónica continúa con “The shadowlands”, bastante repetitiva.
“Beautiful pain” es la lograda introducción instrumental de “Dark heart”, que puede engañarte con su baladístico inicio, pero que inmediatamente se convierte en un tema típico de BENEDICTUM, con de nuevo los malditos teclados dejando su molesta ambientación.
“Bang” es una muestra del sonido más americano de la banda, con Verónica de nuevo realizando un trabajo magistral.
Más relajada es “Loud silence”, que a estas alturas del disco puede llegar a aburrirte soberanamente.
BENEDICTUM siempre cierra sus discos con un tema extenso. En este caso lo hacen con la lograda “Epsilon”, que aglutina todos los rasgos característicos de su sonido.
La edición especial contiene dos bonus track. El primero es “Sanctuary”, una floja balada que se podían haber ahorrado. Cierran definitivamente con algo típico en ellos: una versión. En esta ocasión se separan de lo anteriormente realizado (BLACK SABBATH, RAINBOW o ACCEPT) y se decantan por “Overture/Temple of Syrinx” de RUSH. La verdad es que les ha quedado realmente bien y puede ser quizá lo mejor de todo el disco.
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