Han transcurrido ya cinco lustros desde que repicaran por primera vez aquellas campanas infernales. Un prólogo inquietante que ha conseguido estremecer toda la noche a varias generaciones de aficionados al rock and roll, esa música universal que ni muere ni contamina. Guiados por las leyes de la mercadotecnia, pero consciente también de su plena vigencia, la multinacional Sony-BMG acaba de reeditar ‘Back in black’, uno de los discos capitales de los australianos AC/DC y que lleva vendidos más de veinte millones de copias legales en todo el mundo, la mitad de ellas en los primeros cinco meses.
Una biblia de la música heavy que significó el estreno del vocalista Brian Johnson, quien salió absuelto del juicio implacable al que le sometieron la mayoría de los seguidores de Bon Scott. Pero el bueno de Johnson, con esa facha de cervecero, se convirtió en su sucesor, no en un mero sustituto.
El disco de la portada negra, que fue número uno en el Reino Unido y cuatro en los Estados Unidos, contiene riffs identificables a la velocidad del sonido, canciones irrepetibles como ‘What do you do for money, honey’, ‘Back in black’ o ‘You shook me all night long’, un tema cautivador que portan en sus maletas hasta disc-jockey’s de música electrónica. Ningún melómano puede librarse de sus encantos.
La edición especial en digipack, remasterizada, incluye un libreto ampliado, fotos inéditas y un DVD de regalo con cinco temas extraídos de ‘Family Jewels’, la colección audiovisual del grupo publicada este año y en la que se incluye la última aparición pública de Bon Scott. Fue una actuación en el programa Aplauso, de Televisión Española; pocos días después, el 20 de febrero de 1980, moriría ahogado en su propio vómito tras una descontrolada noche de juerga en Londres.
Los temas incluidos en el DVD son tal vez los más conocidos del disco: ‘Hells bells’, ‘Back in black’, ‘What do you do for money honey’, ‘Rock and roll ain’t noise pollution’ y el inédito de ‘You shook me all night long’.
La banda supo sobreponerse a la amarga pérdida de su vocalista a base de trabajo. En abril de ese año, los componentes de AC/DC se encerraron en los estudios Compass Point de Nassau (Bahamas) y, con Robert John ‘Mutt’ Lange en la producción, grabaron en siete semanas los temas del nuevo álbum. La actividad frenética prosiguió en julio de 1980: primera actuación de Brian Johnson con el grupo en Namur (Bélgica), grabación de un videoclip del álbum en Breda (Holanda) o el comienzo de una intensa gira de 64 conciertos por los Estados Unidos y Canadá.
‘Back in black’ se publicó el 21 de julio de 1980 en los EEUU y diez días más tarde en Reino Unido. A las pocas semanas, el álbum triunfaba en todo el mundo y en noviembre había vendido más de diez millones de ejemplares.
Tres compositores
El repóker australiano lo configuraban Brian Johnson (voz), Angus Young (guitarra), Malcolm Young (guitarra), Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (batería). Los diez temas del disco estaban compuestos por los hermanos Young y el nuevo componente Brian Johnson.
La banda más admirada del hard-rock se formó en Sydney en noviembre de 1973 por los hermanos Malcolm y Angus Young, a quienes se uniría tres meses más tarde el cantante Bon Scott. Pronto se erigieron como grupo de referencia para los aficionados de todo el mundo y la indumentaria de colegial de Angus, en uno de los iconos más afamados de la música popular. AC/DC han editado otros discos esenciales en la historia del hard-rock como ‘High voltage’, ‘Highway to hell’ o ‘For those about to rock’.
AC/DC y Gijón
España se ha convertido en la segunda patria del grupo, que incluso tienen una calle en Leganés. Sus giras internacionales recalan en nuestro país con llenos absolutos, aunque el privilegio ha quedado reservado siempre para las grandes ciudades. Precisamente, la contratación de AC/DC parece ser una de las asignaturas pendientes del Ayuntamiento de Gijón, pues su nombre lleva sonando desde hace varios años.
En febrero de 2004, el concejal de Festejos, Iván Álvarez Raja, se refirió incluso a U2, Eric Clapton, Madonna, AC/DC y Paul McCartney como «los cinco ases de la baraja de Sadam», si bien admitía que la ciudad tiene que competir con plazas de primera como Londres, París, Madrid, Milán o Barcelona.
Este verano, los australianos volvieron a figurar, junto a The Rolling Stones y U2, como artistas deseados para el año 2006. El éxito estaría garantizado en una región plagada de ‘jevitrones’.
